Ahora me encuentro viajando entre las estrellas,
escucho guitarras y violines de personas enamoradas,
a veces me atonto cuando no siento su música cerca.
Hoy siento que camino diferente, como si tuviera alas,
veo nubes en todas partes como si estuviera enamorado.
No me siento fuerte, tampoco necesito serlo ahora,
solamente soy parte del sonido de esos violines,
que marcan el camino a lo eterno, a un mundo de infinidades.
Todos mis sentidos se acoplan, mostrando mi alma y dando lugar al universo en mi.
Te veo y me siento completamente en mi,
en paz con mi mundo como pocas veces lo he logrado.
Ya no siento, no necesito hacerlo ahora, todas las sensaciones son en mi.
Como pude perderme de eso? como pude evitar estar así?
No, nunca lo evite, siempre fue, no hay tiempo ni espacio,
solo rompí en uno de todos los instantes esa prisión mental,
ese vacío que me completaba, ahora lo que yo creía como nada,
se transforma en el todo más completo.
No hay perdón, no hay piedad, no hay odio, no hay amor,
no necesito nada de eso, ya todo es,
todo es simplemente un todo, todo es real.
Una noche oscura se combina con el día más hermoso,
un sueño se vuelve usual, todo es posible.
La eternidad no comprende medidas, humanas o sobrehumanas.
Todo lo que pasará y pasó es eterno, completo, versátil.
Tendrás que averiguarlo por ti misma,
mi querida dispersión del corazón.