Es raro en mi tener la necesidad de escribir algo, siempre
sentí que por lo menos en mi caso la mejor forma de expresarme era pintando,
dibujando, plasmando en algo las imágenes que se forman y pasan por mi cabeza. Pero
a veces, en el momento en que esas imágenes se ven opacadas por la cantidad de
palabras, frases y situaciones que revolotean por alguna parte de mi mente,
suele picarme ese pequeño y controvertido bicho de la escritura.
En el mismo instante en el que me siento frente a la
notebook para poder vaciar esa catarata de sensaciones, preocupaciones,
inquietudes y pensamientos, quedo como un vegetal. Quizás a causa de que
el vocabulario adquirido a lo largo de mi corta vida no es el suficiente para
expresar cada una de las cosas que pasan dentro mio, como también quizás, sea
el simple hecho de que yo realmente no puedo decodificar con exactitud cada
cosa que pasa por ahí, como si estuviera dentro de alguien más a quien conozco
vagamente.
Paso la mayor parte del tiempo replanteando mi vida, mis
actos, mis no actos, mis posibilidades, lo imposible, mis sueños, mis deseos,
mis frustraciones, y otra vez me encuentro con lo mismo, sin poder decodificar
nada con exactitud.
¿Por qué? ¿ qué quiero para mi? ¿qué no quiero? y en esas
preguntas concluyo que no puedo salir de un rol preadolescente con sus típicos
complejos y vanas complicaciones, cuando estoy parado frente a las puertas de
un mundo adulto, es más, ni siquiera puedo afirmar que esta conclusión es
correcta o que la estoy decodificando correctamente.
A su vez, esa sensación de apuro, de empuje, revuelve aún
más las aguas de estas tres preguntas anteriores. ¿De quién? no lo se, quizás
de mi familia, de mis amigos, de lo que me rodea, y quizás más que nada, de mi
mismo, de una remota parte de mi. Y releyendo, logro comprender que ciertamente
mi vocabulario o mi poder de redacción no es el suficiente, ¿cataratas? ¿agua
turbia?¿qué carajo tengo con el agua si nunca me ahogué ni corrí ningún tipo de
peligro en el mar?¿por qué carajo me la agarro con el agua? bueno, de cualquier
modo, por lo menos una de las cosas que decodifiqué, como mi ineptitud para la
escritura, fue correcta.
También logré decodificar más cosas, por ejemplo, que mis
casi 11 años de terapia desembocaron en un flaco que paralizado en el tiempo
intenta revaluar y decodificar el pasado, presente y futuro de su vida sin salir de su casa durante semanas intentando
descargar lo que pueda por el medio en el que más dificultades y errores tiene, mientras toma una de las tantas miles de tazas de café al día y acaricia a su
gato.
Me sigue preocupando mi poco poder de redacción. Miles de
cosas dando vueltas por mi cabeza y una barrera en los tendones que no me deja
tipear y sacarlas como yo quiero. Quizás pueda disfrazar mis errores en este
texto como arte conceptual, a ver; caballos, edulcorante, agua en botellas,
tazas vacías, tres cigarrillos. Ni eso, terminé el café y me preocupan los
puchos.
Podría ir a comprar, pero realmente no quiero salir, no me
gusta salir. ¿Por qué no me gusta salir? yo no era así. Antes quizás podía
tolerar e intercambiar una sonrisa falsa de algún que otro conocido con un
"hola como estás" de por medio en modo automático, fingiendo preocupación por
su remota existencia, pero ahora siento que no puedo, perdí esa habilidad, y me
preocupa, me provoca miedo. Todo me da miedo, el miedo rige mi vida. Llegué a
un punto en el que salir de mi casa para comprar cigarrillos y caminar dos
cuadras provoca toda una evaluación mental de probabilidades y situaciones que
pueden aparecer dentro mio, ¿cómo llegué a este punto?¿a qué le tengo tanto
miedo? Por momentos intento convencerme de que es miedo hacia los demás, pero
busco dentro mio y no encuentro eso, sino rechazo hacia los demás. ¿Por
qué?¿qué me dejó así?.
Mi ex paciente de diván interno intenta encontrar
explicaciones del tipo "son los complejos con el inepto de tu padre",
"son proyecciones y diversos efectos espejo que plasmás en los demás
cuando el problema es con vos mismo".
Quizás, quizás no. Sé que soy un gran pelotudo, mismo lo
dejo en evidencia largando al gran mundo de la red este texto y prácticamente
mostrando una nalga mientras me desnudo internamente ante cada persona que esté
leyendo esto, que quizás me conozca o quizás no, cuando debería charlarlo con
un amigo, o con un familiar.
Pero no, ¿por qué debo hablarlo con ellos? hace casi diez
minutos que estoy manteniendo una conversación conmigo mismo en este texto como
pasa casi siempre (aunque con muchos más complejos internos y detalles) dentro
de mi cabeza, y estoy teniendo el mismo resultado que el que provocaría un
"va a estar todo bien" mientras recibo un consuelo y una caricia en
la espalda de un amigo o un familiar: absolutamente nada.
Si, bueno, el amor, el acompañamiento, el "sostén"
del otro ayuda. Sostén, si, obvio, un corpiño sostiene tetas 600 veces mejor de
lo que un ser ajeno a uno puede entender y "sostenerte" en plena
crisis.
Realmente, si dentro de mi cerebro una rajadura de una taza
mientras Radiohead suena de fondo me llevó a replantear cada una de las cosas
que hago, hice y haré en mi vida sintiéndome un completo fracasado en cada uno
de los tiempos mencionados, ¿qué puede cambiar en mi una caricia y un "te
entiendo"?
Lo peor es que diciendo esto me siento un hijo de puta
acomplejado, y lo más jodido es que cada día siento más que soy eso, un hijo de
puta acomplejado.
Rodeado de cariño, con amigos de fierro, una familia común,
una casa común, un gato fiel, suficiente comida en la heladera como para saciar
toda angustia oral y/o hambre, ¿qué carajo pasa? y esta respuesta, la más
jodida de todas y de la cual lamentablemente tengo la respuesta, es
simplemente, no tengo la más puta idea.
Mi partida de nacimiento aclara que tengo 19 años, releo
todo y tengo 13, un bajón, otro más, otro punto de fracaso dentro de mi cabeza.
Veo en la zona de archivos que tengo reservada en mi cabeza para fracasos y
frustraciones y me río solo; cantante, pianista, escritor, pintor, musicoterapeuta,
creativo publicitario, guitarrista, ufólogo (punto en el que me fui a la
mierda), revolucionario político, alguien, etc. Y ahí me empiezo a preguntar si
está bien que me haya resignado con tanta cantidad de cosas a este punto de mi
vida, en el cual todavía estoy en modo arranque. ¿Estoy en modo arranque?
quizás no, quizás si, quizás y creo que más que nada, no logro decodificarme.
¿A quién carajo engaño? no logré decodificar un carajo. Y el miedo siempre
presente. El miedo a un si, a un no, incluso a un tal vez.
Todo vuelve a lo mismo y me deja parado en el mismo círculo
vicioso que me obligo a vivir a diario, tanto por dentro como por fuera. Los
mismos pensamientos, los mismos complejos, los mismos planteos, la misma
rutina, el mismo café con la misma cantidad de leche, incluso mi actividad
dentro de internet se volvió una rutina. ¿a qué punto llegué en el cual tengo
una vida rutinaria incluso dentro de mi actividad en una pc? quizás este texto,
el haberme animado a abrir el Word y dejar salir un pequeño ovillo de la gran
maraña de cosas que me pasan fue una reacción, un cambio, ¿un pedido?¿rebelión?¿humillación?¿desnudez?¿patos
color gris? me fui a la mierda.
Quizás
vuelva a escribir, quizás no, quizás esto te ayudó en algo, quizás ahora me ves
como un gran pelotudo, quizás siempre me viste como un gran pelotudo, quizás
no, quizás, miles de quizás. Por el momento, esto es todo lo que sale de mi,
dentro de un texto mediocre, ¿sirvió de algo? no lo se, pero lo único que se,
es que mañana a primera hora del día, voy armado hasta los dientes a la casa de
mi ex terapeuta para reclamarle los miles de pesos que gasté en sus sesiones
mientras lo obligo a tragarse su titulo. Quizás le lleve mostaza como
condimento.
Gracias, perdón y saludos.
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