gente, gente, gente.

31.3.12

Cuadros.


Eva Prideux era una chica proveniente de una familia adinerada del sur de Francia, introvertida, no muy sociable y un poco extraña, retraida y misteriosa, motivo por el cual, sus compañeros y pares no tomaban en cuenta siquiera su existencia y cuando lo hacían, solo era para burlarse de sus modos y costumbres, molestándola e incluso agrediéndola.
Más allá de esto ella tenía un don y una pasión muy especial, el arte. Pasaba sus horas pintando cuadros, retratos, paisajes y sus obras eran realmente excelentes. Debido a que  su familia había fallecido recientemente, ella era una adolescente completamente independiente que vivía sola en la gran casona que había heredado junto con la fortuna de sus padres.
Este también era un motivo de burla para los desalmados compañeros que se dedicaban a hacerle la vida imposible cada día más, debido a que, por su particular carácter, ella simplemente no se defendía de ningún tipo de broma ni acto que sus pares pudieran llegar a cometer contra ella.
En un día como cualquier otro en el instituto, uno de los alumnos en particular, Juan, un joven atlético, con un futuro más que prometedor en el mundo de los deportes que contaba con el apoyo de la mayoría de sus pares e incluso admirado por muchos, pero particularmente el cual dedicaba su tiempo más que ninguno en molestar a Eva, apareció muerto.
La noticia conmocionó a toda la ciudad, el joven yacía en el suelo de los baños del segundo piso con un trozo de vidrio de una de las ventanas clavado en su cuello, que clase de persona haría eso? Incluso a una persona tan querida por los demás como Juan? Un joven respetuoso, cordial y con un carisma excepcional.
Solo Eva lo haría, la chica marginada, misteriosa, retraida, traumada por la reciente perdida de toda su familia, que en una explosión de furia perdió sus cabales y terminó con la vida de su agresor. Esto por lo menos, era lo que las personas del pueblo opinaban y creían acerca de su chivo expiatorio, Eva.
La furia de la gran masa no tardó en llegar, Eva era la ciudadana más despreciada por todo el pueblo y a falta de pruebas, nadie podía condenarla ni acusarla de nada, o por lo menos asi fue hasta que la gente, ciega por el dolor de la perdida de uno de los ciudadanos y jóvenes más admirados, optó por la justicia por mano propia.
Cientos de personas, alumnos e incluso profesores clamando sangre ingresaron por la fuerza a la gran casa de la familia Prideux, destrozando todo a su paso en búsqueda de su victima.
Al romper una de las grandes puertas del caserón, se encontraron con Eva, llorando desconsolada abrazada a cada una de sus obras, lastimando sus brazos con el vidrio que cubría cada uno de sus cuadros y la presión que ella ejercía en ellos.
Unas suaves y temblorosas palabras salieron de su boca:


“por favor, hagan lo que quieran conmigo pero no destruyan mis trabajos, no a ellos, por favor.”


La gente se abalanzó contra Eva como una furiosa jauría de perros rabiosos, se apoderaron de sus obras y una por una comenzaron a quemarlas mientras los gritos y alaridos de sufrimiento de Eva parecían salidos del mismo infierno. En un brote de adrenalina, Eva logró empujar a los dos grandes hombres que la sostenían y desesperadamente comenzó a tomar y a abrazar sus obras mientras estas ardían en llamas. Las lagrimas del rostro de Eva se secaban con el calor del fuego en sus brazos y vestiduras mientras la gente miraba completamente shockeada la situación que tomaba lugar en esa habitación de un tenue color gris. Nuevamente unas palabras, las ultimas en realidad, salieron de esa voz temblorosa y timida que ardía junto a sus pinturas:


“Cada reflejo en cada cuadro seré yo, cada miedo, cada pesadilla, cada imagen, sere yo. Cada infierno, en cada reflejo, verán y será en mi.”


Se dice que Eva viaja en cada cuadro del mundo, viviendo a través de las obras de arte en cada museo y casa, reflejándose en cada vidrio, cada marco y cada color, y que,  si la suerte no te acompaña y en un reflejo te encontrás con ella, la horripilante imagen de los vacios ojos negros de Eva y lo que queda de su carne ennegrecida y destrozada por el fuego, va a ser lo último que veas en esta vida.  

Sonrisas.

Había tenido un día agotador, despierto desde las seis de la mañana para luego soportar las horas de un aburrido día de colegio en el cual las diferentes incomodidades del día como el hambre, el sueño y utilizar todas mis fuerzas para no quedarme dormido ante el aburrido discurso de la profesora de historia. Después pasar la mitad del día en la casa de mi amiga, que si bien la quiero mucho, bueno en realidad… la quería, no estaba de buen humor para escuchar su monologo de casi dos horas enumerando una por una las malas actitudes de su novio cuando más allá de todo no tenía la mínima intención de dejarlo por todas las barbaridades que le hacía y ella toleraba.
Cuando se hicieron alrededor de las siete de la tarde y mi cerebro ya no soportaba una sola palabra más acerca de las miles de amantes de su pareja y como ella creía estar logrando manejar bien la situación, simplemente le dije que debía volver a mi casa por la cantidad de cosas que tenía que hacer y la agobiante rutina que me esperaba al día siguiente.
Con las pocas fuerzas que me quedaban, incluso dentro de la fuerte depresión a causa del estrés y problemas familiares que traía encima ya hacia unos cuantos meses, pude dejar salir una leve sonrisa al momento de entrar a mi casa, llegué incluso a soñar e imaginar lo feliz que habría sido si no volvía a salir de ella en unos cuantos meses.
Me descambié, tomé mi café de cada tarde, me di una ducha y como todos los días, corrí hacia la computadora para ver que sucedía en cada una de las redes sociales. En cuanto me conecto, mi amiga me saluda y mantenemos la siguiente conversación:



Ella: Amiga, mis papás se fueron y no vuelven hasta dentro de una semana, no querés venir a quedarte unos días conmigo?

Yo: pero, tengo el colegio y eso, aparte seguramente a ellos tampoco les gustaría que yo me quede toda la semana allá, estas segura que no hay problema?

Ella: Vos venite, por favor venite, me da mucho miedo aparte estar sola acá

Yo: Pero estúpida es tu casa jajaja como te puede dar miedo? Yo estaría saltando de felicidad si me dejan la casa sola para mi.

Ella: Pasa que… es por algo en particular que me da mucho miedo, enserio, necesito compañía, venite!

Yo: Bueno,  ahora me cambio le aviso a mis viejos y en un rato ando por allá.

Ella: GRACIAS! Sos una genia, te adoro!

Yo: también, ahora nos vemos, beso

Ella: dale, beso.


Más allá de las pocas ganas que tenía, ella había estado en muchos momentos difíciles para mi, realmente la notaba preocupada, ella siempre fue de hacer bromas con todo y era una de las primeras veces que realmente la notaba seria, sentí que debía ir, me cambié y salí para su casa.
En el camino pensaba en que película podría ofrecerle para mirar por internet, yo disfrutaba mucho del cine y además era una salida perfecta para no tener que tolerar otras 4 horas de sus monólogos acerca de su novio.
Llegué, nos dimos un fuerte abrazo aunque nos habíamos visto hacía unas horas simplemente, cocinamos, comimos, miramos una película y durante todo ese tiempo, yo la notaba nerviosa, impaciente, la conocía mucho y sabía que algo le pasaba.

Che, te pasa algo? - le pregunté.

Ehm, necesito hablar con vos. – me dijo con una voz preocupada.

Contame boluda, sabés que estoy siempre para lo que sea, dale, decime. – le dije intentando hacerla sentir mejor.

Bueno, Martín anda en cosas raras. – me dijo refiriéndose a su novio.

Uh, en que cosas raras? – le contesté con cierto desgano esperando otro gran discurso sobre él.

Bueno resulta que compró un libro en Parque Rivadavia y hace como, rituales, nunca me quiso explicar bien pero, cosas medio raras. Yo lo estuve cargando durante horas con eso, le dije que era un libro tonto y nos peleamos porque después escucharon los amigos de él y todos se empezaron a reir y nada, me dijo que yo iba a comprobar que “con el no se jodía”, no le di pelota pero ahora me iba a quedar sola, me puse a pensar en todo eso y me re sugestioné, por eso te llamé. – me contó mientras sus ojos se ponían vidriosos entre la tristeza y el miedo.
La mayoría del tiempo ella bromeaba con todo y todos, pero era una chica muy sensible, pocos la conocían como yo y sabía que más allá de lo absurda de la situación, ella realmente estaba muy sugestionada con todo lo que acontecía sumando la cantidad exorbitante de sentimientos que la abrumaban con respecto a Martín. La calmé, cerré puertas y ventanas por precaución, procurando que ella no se de cuenta y se siga sugestionando.
Alrededor de la una de la mañana cuando ya nos preparábamos para dormir, alguien tocó la puerta, las dos encendimos las luces, fuimos a la entrada y no había nadie, pero un papel de anotador se encontraba esperándome en el suelo, el mismo recuerdo decía simplemente “ Las risas no siempre son contagiosas”. Se me heló la sangre, pero por algún motivo, no me atreví a mostrarle dicha nota a mi amiga, no quise asustarla y además la seguridad de la casa era demasiada como para que alguien entrara, simplemente me calmé y le dije que vayamos a dormir.
Apagamos las luces, nos acostamos juntas y decidimos dormir. Las palabras de la nota resonaban en mi cabeza y hacían imposible la tarea de conciliar el sueño hasta que en un momento, simplemente no pude más, y me dormí.

A mitad de la noche, sentí como ella se levantaba y le pregunté que hacía, todavía sugestionada por lo sucedido unas horas antes, se rió fuertemente y me dijo, que estás paranoica? Voy al baño nada más.
Me sorprendió pero no le di importancia, estaba demasiado dormida como para reaccionar mas allá de todo y simplemente me recosté otra ves.
Sentí como volvió a entrar a la cama y poco a poco fui quedándome dormida.
Cuando desperté y giré sobre mi misma para despertarla, vi como en su rostro cubierto de sangre sus labios ya no estaban y sus blancos dientes resplandecían como una gran sonrisa macabra, sus ojos ya no estaban y el resto de su cuerpo, totalmente desmembrado, era lo que había provocado en mi esa sensación de tranquilidad cuando ella volvió del baño.
Una nota escrita sobre lo que quedaba de su torso citaba:

“Lo ves? Ahora esta sonrisa ya no es contagiosa”

Formspring (creepypasta)

Estaba en mi casa, como todas las noches con un café a mi lado, un poco de música y navegando por algún que otro lugar de la gran web mientras respondía preguntas en Formspring, en dicha página los diferentes usuarios se hacen preguntas unos con otros y se responden entre si, comentando, discutiendo diferentes costumbres o ideologías, y dandose "smiles" a las respuestas divertidas o en las que comparten alguna opinión entre si.
Un día se me ocurrió averiguar de donde provenía esta página, quien la había creado, como se le había ocurrido, en fin, el pequeño insecto de la curiosidad me había invadido para quedarse por lo menos hasta resolver el misterio momentaneo.
Para empezar, busqué lo simple, busqué a formspring dentro de los usuarios y para mi sorpresa, él era uno de ellos! Formspring respondía preguntas desde su usuario @
formspring a los diferentes usuarios que le consultaban, recibiendo y dando smiles semanales como cualquier otra persona. 
Pero aquí mi curiosidad se intensificó, como una página web, con miles de usuarios, como podía alguien responder las preguntas de los mismos, con que fin?
Decidí intensificar mi busqueda por medio de Google, incluso me dirigí a la segunda y tercer página, las prácticamente inexistentes para cualquier persona que busca en dicho sitio, pero la curiosidad me carcomía, yo necesitaba saber más.
Al final de la tercer página, logré ver un enlace en el cual su epigrafe citaba lo siguiente "...espiral dimensional de planos definiciones...estadisticas sociales y factores generales de opinion en diversos temas en respuesta de..."
Un fuerte escalofrío me recorrió la espalda, no podía evitar pensar en todas las diferentes teorías conspirativas sociopolíticas que había leido e investigado durante todas mis vacaciones solamente por encontrar interesante el tema y pasar el tiempo haciendo algo, pero esto superaba todas mis espectativas, mi retorcida cabeza sentía una presión en el pecho que me obligaba a imaginar que estaba por encontrar la respuesta a algo grande, quizás sueños ilusos pero, dentro de mi mente algo posible en fin, ahora me pregunto si quizás no debí leer tantos post en diferentes blogs referidos al tema y debería haber ocupado mi tiempo en algo serio, pero de cualquier forma, ya estaba ahí y era demasiado curioso como para dejar pasar semejante situación y apagar simplemente la pc.
Con cierta duda pero una espectativa tremenda, entré. 
Una simple página en blanco, con un espiral en el centro tomaba el protagonismo de la situación, yo ya había visto ese espiral, pero no recordaba en donde, hasta que noté que era el logo de la controvertida página el que se encontraba en el centro de la pantalla.
Al darle click, solamente apareció una cara feliz con la leyenda "Smile".
La simple carita contenta de la página se volvía siniestra en esa situación, yo sentía que podía verme fijo mientras sonreía, esperaba con mucho temor pero atento a cualquier sonido, movimiento o actividad de la página y de dicha cara.
Mi curiosidad fue más fuerte, presioné "smile". De pronto, una risa se escuchó desde adentro de uno de los muebles de la habitación y los susurros cerca mío tomaban lugar. Abracé a mi gato con todas mis fuerzas el cual estaba calmado semi dormido al lado mio, sin interes por toda la situación que ocurría y sin notar nada, corrí a prender las luces y me calmé. 
La página seguía abierta, con ese rostro amarillo simple mirandome y la leyenda "Smiled".
Cerré la página creyendo que era una simple broma de mal gusto y fui hacia la cocina, me hice uno de mis tantos cafés diarios, volví a la computadora y entré a mi cuenta en formspring.
Al entrar, comencé a escuchar voces de todas partes, era como si miles de sombras pasaran por detrás mio susurrando preguntas y frases y la palabra smile resonaba en mi cabeza. 
Comencé a gritar, el pánico me invadió y en el mismo momento que logré reaccionar de tal susto, los sonidos cesaron.
Estaba asustado pero decidido, nada me iba a detener, acá había algo raro y yo tenía el deber de sacar a la luz todas las respuestas de este misterio. googleé formspring, me dirigí a la tercer página, al final, clickeé en el link con el controvertido epigrafe y mientras un sudor frío como el hielo recorría mi espalda, esperé a que la página cargara.
Completamente en negro, pude observar lo que creí era una especie de video, un chico, no más de veinte años, cabello oscuro, barba un poco crecida y una mirada simple, relajada, sentado enfrente de una pc. Detrás de él, una sombra, la sombra sostenía su cabeza desde las mandibulas e intentaba hacerlo sonreir, cuando giró y miró hacia mi, detrás de la pantalla, perdí el control.
Era el ente más espantoso que cualquier ojo humano podría ver, prácticamente imposible de describir más que solo decir que era una simple mezcla entre todas las peores pesadillas que cualquier persona podría haber experimentado en su vida, mientras contorsionaba cada uno de sus huesos esqueleticos y los pocos cabellos que lo cubrían se movian en su acto desesperado por comunicación, dientes prominentes de un color amarillento brilloso se desenfundaban detrás de una vil sonrisa que erizaba la piel, mientras el ente repetía "Smile" y me miraba, entre el pánico que me abrumaba mientras intenté calmarme creyendo todavía, quizás en un simple modo de defensa que era simplemente una sadica broma de la página, me concentré en mirar la computadora del chico que se encontraba en la habitación con dicho ser, al ver de cerca, tenía dos pestañas de su navegador abiertas, en una de ellas logré ver Rainymood, la cual me permitió llegar a la conclusión de que no era conciente de lo que se encontraba intentando atraparlo a sus espaldas, pero luego, en la otra pestaña, logré ver que estaba en formspring, y mientras decidía firmemente y me prometía a mi mismo no investigar más sobre el tema, logré ver que el simple chico, asechado por este ente el cual sobre el final de las imagenes que ví solamente se concentraba en dibujar un espiral sobre el hombro de su victima, mientras la palabra "smile" seguía saliendo de sus horripilantes fauces, era alguien a quien yo seguía, a quien yo virtualmente conocía, y que finalmente al terminar de leer una respuesta que parecía incomodarlo mucho e incorporarse sobre si, giró sobre su cabeza para encontrarse con el ataque de este espectro salido de la misma oscuridad eterna para sentir como el mismo desgarraba sus entrañas mientras durante sus últimos latidos, la única imagen que abrumaba su mente, eran los profundos ojos negros del horripilante ser mientras despellejaba su carne.

El Ratón Perez


Cuando un nene pierde su diente el ratón perez viene por las noches a llevarse el diente que dejó bajo la almohada y deja dinero como recompenza por el obsequio recibido, por lo menos esta es la historia que los padres le cuentan a sus hijos.
El verdadero ratón perez, en realidad, el conde Genaro Perez de Asturia, al cual apodaban ratón por su prominente dentadura y siniestra vestimenta con grandes tapados de pieles de jabalí, que lo volvian similar a un pequeño ratón pero de una forma escalofriante, vivió en el siglo XVII en Andalucía, España. Vivía en un castillo alejado del pueblo del cual solo salía cada noche del primer viernes de cada mes.
Una noche, un grupo de granjeros, escucharon lo que parecían ser quejidos desgarradores de algún tipo de animal desde un granero abandonado en una de las fincas de un adinerado citadino, el cual no aparecía mucho por el campo.
Al decidir entrar, armados para enfrentarse a cualquier cosa, se encontraron con una escena horrible, el conde se hallaba en el suelo, cubierto de sangre en una posición casi demoniaca, desgarrando poco a poco con sus garras la carne de la mandíbula de un niño de 7 años de edad, intentando sacar sus dientes, huesos y cartílagos para sus experimentos a fin de transformar el calcio virgen y de poca antigüedad en oro. 
Los granjeros shockeados por la escena, comenzaron a disparar hacia los rincones con la mente perturbada por tal atroz imagen.
Una bala entró justo en el corazón del conde, poniendo fin a su vida terrenal.
Sus últimas palabras fueron "solo durante el sueño profundo sus hijos estarán a salvo de que yo me lleve el oro en sus huesos, el resto del tiempo, yo estaré al asecho y jamás descansaré"
Así es como el alma del ratón perez asecha por las noches en cada casa cuando el leve hedor a calcio lo atrae. Si el niño duerme, el será gentil, dejará el equivalente en dinero al oro que podría transformar de sus huesos, pero si el niño no duerme... bueno, ya saben lo que pasa.